es la hora de mi último autobús;
el último urbano que llega hasta mi casa;
si no lo cojo tendría que caminar
el termómetro marca – 20º;
la nieve lo cubre todo
y no cesa de caer;
la niebla cae como un manto sobre la ciudad,
las calles están congeladas;
el frío corta como un cuchillo.
mi casa está lejos,
lo suficiente como para convertir el regreso a pie en una odisea.
yo bebo mi sexta cerveza
en este bar,
donde se está tan caliente;
fuera el frío no te deja ni respirar.
miro el reloj;
bebo cerveza;
22:35
me da tiempo a una más;
solo una;
una rápida;
la última.
bebo
a tragos largos
22:40
otro trago;
el último y acabo la botella;
mi parada está en la puerta del bar.
22:43
lo he conseguido
me dispongo a marcharme
tambaleándome
la camarera se acerca
-¿otra cerveza?-. pregunta
-¡por supuesto!- . contesto
y no me importa
si esto es
un poema
o
una mala decisión
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