Gente
muerta de hambre, gente muerta de aburrimiento. Este es el mundo que
nos ha sido entregado. Tanto tienes tanto vales. Queremos más, y
más, y más....
No
sabemos quiénes somos realmente, ni siquiera nos detenemos a pensar
en ello. Pisamos
los días unos tras otros y cuando nos duele simplemente vamos a
comprar otro par de zapatos. Gente que trabaja hasta la extenuación,
hasta el infarto, hasta la locura, solo para comprar lo que le ordena
la televisión, sin detenerse a pensar si realmente lo necesita. Gente
que se casa porque la edad apremia. Gente que se hipoteca de por vida
porque dicen que no hay otro camino. Gente feliz por tener un coche. Hemos
reducido la felicidad a tener objetos materiales, cuanto más posees
más feliz eres, si no posees nada la cagaste colega, caíste bajo
las ruedas de la infelicidad. Estamos alienados, la gente no hace lo
que quiere, sino lo que debe, lo correcto. Estamos matando el
espíritu echándole encima toneladas de cinismo e hipocresía,
estamos llenando las playas de cemento y decimos: - Somos
civilizados, caminamos hacia el progreso.
A
las sociedades que no se adaptan a este ritmo despiadado de maximizar
beneficios sin importar las consecuencias se las elimina, se las
tilda de salvaje, de locos.
Casas
vacías y gente durmiendo en la calle, pero la okupacion es un
crimen. El derecho a la propiedad privada es lo más sagrado de estas
nuevas escrituras. No quieren que te salgas del redil. No quieren
que pienses por ti mismo. Los medios de comunicación se encargan de
trasmitir el mensaje del sistema. Y si no es suficiente y te empeñas
en hacerlo de manera diferente tienen una buena jauría de perros
guardianes: policía, guardia civil, ejercito, manicomios....” no
lo intentes muchacho si en algo aprecias tus huesos”.
Por
si esto fuera poco tenemos a la iglesia, la castradora por
excelencia, que nos dice como tenemos que pensar, amar, follar...
Ellos poseen la verdad de como debe ser el amor, de cómo debe ser el
sexo, Dios se lo reveló. Amor solo entre un hombre y una mujer. Sexo
solo entre un hombre y una mujer. La finalidad del sexo debe ser
procrear. El sexo en un medio no un fin. No debe hacerse por la
finalidad del placer, de disfrutar sin límites de lo más sagrado
que nos ha sido entregado.
Han
castrado a generaciones enteras de nobles seres humanos, han
envenenado a las personas con sus dogmas, niegan el uso del condón
en lugares como África donde miles de personas se mueren a chorros
de SIDA. Maldicen el amor entre dos hombres o dos mujeres, lo
demonizan, lo llaman aberración, los homosexuales son unos enfermos,
pecadores. Su pecado es amar a otro ser humano.
Si
Cristo levantara la cabeza y viera lo que estos grandísimos hijos de
puta han hecho con su mensaje. Han dominado siglos enteros con su
macabra civilización cristiana, incluso hoy día en pleno siglo XXI
en sociedades laicas tienen una influencia tan enorme que dan ganas
de echarse a llorar.
Malditas
sean todas las religiones. Cuando el ser humano dejo de adorar a la
madre tierra y comenzó a adorar a dioses abstractos creando las
religiones monoteístas algo se jodió por el camino, algo se torció
de manera irremediable.
Todos
los dioses de todas las religiones juntos no pueden darnos la patata
que nos da la madre tierra
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